Personas
De distintos lugares y profesiones, en diferentes formas de vida (matrimonios, sacerdotes, célibes) y con sensibilidades variadas.
Que hemos sentido la llamada a vivir un nuevo rostro de Iglesia, marcado por la acogida, la valentía y el acompañamiento personal.
Que creemos que Dios está presente en nuestras realidades: sostiene, actúa, también allí donde lo normal es no creer.